Cuando el reloj marque las 22 de este lunes 14 de julio, el peronismo mendocino sabrá si logró evitar una ruptura que podría condenarlo a una derrota histórica. Es que vence el plazo para oficializar las listas de candidatos a diputados nacionales, y la negociación entre los intendentes del PJ y el kirchnerismo aún sigue empantanada. El conflicto, como en tantas otras internas peronistas, es por los lugares en la boleta, pero también por el rumbo político que debe tomar el partido en un contexto adverso.
Desde hace semanas, el sector que agrupa a los intendentes justicialistas —con Emir Félix a la cabeza como presidente del PJ provincial— intenta encabezar una lista de unidad. Con la suspensión de las PASO provinciales, el partido resolvió convocar a una interna abierta el próximo 3 de agosto, como mecanismo para dirimir candidaturas. En ese marco, el grupo de jefes comunales presentó este fin de semana una boleta con un claro perfil territorial: Félix como primer candidato, seguido por la intendenta de Santa Rosa, Flor Destéfanis, y el jefe comunal de Maipú, Matías Stevanato.
El mensaje es político y táctico: mostrar al peronismo “territorial”, con votos reales y gestión, como columna vertebral del armado. La propuesta al kirchnerismo (La Cámpora y espacios afines) fue sumar su representación en el cuarto lugar de la lista. Sin embargo, ese ofrecimiento fue considerado insuficiente. El espacio que reivindica la figura de Cristina Fernández de Kirchner quiere el segundo lugar, lo que desató el actual impasse.
En el fondo, la discusión no es solo por lugares. Mientras los intendentes buscan una campaña centrada en la gestión y el “orden”, evitando referencias explícitas al cristinismo —como la consigna “la libertad de Cristina”—, el kirchnerismo insiste en mantener una narrativa que incluya la defensa del legado de la expresidenta y denuncie el ajuste nacional de Javier Milei.
El temor de los intendentes es que una campaña con impronta K aleje a votantes moderados, en una provincia donde el peronismo ha retrocedido electoralmente. El temor del kirchnerismo es quedar relegado o diluido en una lista ajena, sin capacidad de incidir en la línea política.
El estado crítico de las negociaciones se mostró este fin de semana cuando se publicó la resolución 42 que presenta la lista interna de los intendentes. L resolución era una mensaje que marcaba un virtual cierre de las negociaciones y marcaba la disposición del sector del peronismo no kirchnerista a ir por todo sino cede el sector que lidera Anabel Sagasti. Según los analistas la presentación de la lista, y lo demuestra la larga espera, se trata de una maniobra para que el kirchnerismo tome decisiones a la defensiva.
Si no hay acuerdo esta noche, el escenario más temido por todos —al menos en público— podría materializarse: una ruptura formal. El kirchnerismo ya deslizó que podría competir por afuera, a través del partido Unidad Popular, lo que implicaría una división del voto justicialista de cara a las legislativas nacionales del 26 de octubre, fecha que además coincide con las elecciones provinciales, según confirmó hoy el gobernador Alfredo Cornejo.
La situación del peronismo no es la mejor, la última encuesta publicada por DC consultores los analiza por separado. Los resultados los colocan superando el 10% individualmente, tanto por figuras (Sagasti 12,9%; Félix 11,7%) como por sectores políticos (kirchnerismo 11,8%; peronismo no K 12,7%).