Con un decreto publicado este 14 de julio, el Gobierno de Mendoza oficializó la convocatoria a elecciones generales para el 26 de octubre de 2025, en forma concurrente con los comicios nacionales. La decisión implica una unificación del acto electoral para cargos provinciales y nacionales, con la utilización del sistema de Boleta Única de Papel (BUP) y un esquema de doble urna, en línea con lo dispuesto por la Ley Nacional N.º 15.262, sancionada en 2024.
El anuncio no solo formaliza la fecha del proceso electoral, sino que también confirma la intención del Ejecutivo provincial de capitalizar las ventajas logísticas y fiscales de la simultaneidad electoral. Se estima que el esquema conjunto permitirá reducir significativamente los costos operativos, dado que el grueso de la inversión será absorbido por el Estado nacional, mientras que la provincia solo afrontará gastos vinculados a sus propios cargos.
“El acoplamiento, si bien tiene sus costos, son inferiores a los de una elección desdoblada”, señalaron desde la Casa de Gobierno en referencia a la economía de escala generada al compartir recursos humanos, tecnológicos y materiales con la elección federal.
Un modelo híbrido entre autonomía provincial y coordinación nacional
La decisión del gobernador Alfredo Cornejo —quien aún conserva amplias atribuciones institucionales y políticas pese a no reelegirse— refleja una continuidad con el modelo de desdoblamiento estratégico parcial que Mendoza ha utilizado en anteriores elecciones. En 2023, por ejemplo, se votó con boleta única provincial en fechas diferenciadas de las nacionales. Ahora, el esquema es concurrente pero mantiene la distinción clara de competencias: se votará con dos urnas y dos boletas distintas, una para cargos nacionales (diputados nacionales por Mendoza) y otra para cargos provinciales y, eventualmente, municipales.
La boleta nacional, diseñada por la Dirección Nacional Electoral, presenta una estructura estandarizada: fotografía del primer candidato, casillero único de selección y sin subdivisión por categoría. La boleta provincial —que reproduce el formato mendocino utilizado desde 2021— mantiene los tres tercios visuales (logo partidario, imagen del candidato, detalle de la lista) y la posibilidad de votar por lista completa o individual.
Qué se elige en Mendoza
En esta elección se renovarán 19 bancas del Senado provincial y 24 en Diputados, distribuidas de la siguiente manera:
Primera Sección Electoral: 6 senadores, 8 diputados Segunda Sección: 5 senadores, 6 diputados Tercera Sección: 4 senadores, 5 diputados Cuarta Sección: 4 senadores, 5 diputados
A esto se suma la elección de concejales municipales, para aquellos departamentos que adhieran al llamado electoral unificado, según lo dispuesto por la Constitución Provincial y las leyes N.º 2551 y 1079. La convocatoria se extiende también a los municipios, aunque la adhesión es optativa.
Calendario clave y plazos legales
Con el decreto ya en vigencia, se activa el cronograma establecido por la Justicia Electoral:
18 de julio: fecha límite para convocar elecciones generales
7 de agosto: cierre de alianzas y confederaciones12 de agosto: asignación de colores partidarios
17 de agosto: presentación de listas de candidatos
27 de agosto: inicio formal de la campaña
1 de septiembre: difusión de modelos de boleta única
16 de septiembre: designación de autoridades de mesa
21 de septiembre: campaña en medios audiovisuales
24 de octubre: cierre de campaña y comienzo de la veda
26 de octubre: jornada electoral
Proyecciones políticas: entre la eficiencia institucional y la tensión partidaria
El llamado a elecciones unificadas tendrá efectos políticos inmediatos. Por un lado, implica que el oficialismo provincial, actualmente liderado por Cambia Mendoza, se verá obligado a compartir la agenda electoral con las disputas nacionales, donde la interna entre La Libertad Avanza, el PRO y sectores del radicalismo tradicional puede alterar la dinámica de campaña. Particularmente porque se desconoce si hay o no un acuerdo entre la UCR mendocina y la LLA.
Además, el esquema de boleta única —que reduce el efecto de arrastre y la “lista sábana”— favorece el corte de boleta y la visibilidad de candidatos locales con fuerte implantación territorial, lo que puede beneficiar a fuerzas provinciales o vecinalistas en algunos departamentos.
En paralelo, la implementación de la Ley Nacional de Boleta Única pone a prueba la coordinación institucional entre la Justicia Electoral Nacional y el Tribunal Electoral provincial, que deberán garantizar la capacitación de autoridades de mesa, el correcto diseño de las boletas y la transparencia del recuento.