La interna del peronismo sumó en las últimas horas un nuevo capítulo tras las declaraciones de la senadora nacional por Mendoza, Anabel Fernández Sagasti, quien cuestionó con dureza la decisión del gobernador Axel Kicillof de desdoblar las elecciones en la provincia de Buenos Aires. En medio de la conmoción por el rechazo de la Corte Suprema al recurso extraordinario presentado por la defensa de Cristina Fernández de Kirchner en la causa Vialidad —lo que deja firme su condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos—, la legisladora de Unión por la Patria sostuvo que la expresidenta “quedó sola” en esta batalla judicial.

“Al desdoblar la provincia de Buenos Aires quedó descalzada y ella quedó sola en esta batalla”, afirmó Fernández Sagasti en declaraciones radiales, aludiendo directamente a Kicillof, quien semanas atrás promovió una elección no concurrente en el distrito más populoso del país. La decisión fue objeto de fuertes críticas por parte de sectores kirchneristas más duros, especialmente La Cámpora, que veían en esa maniobra un intento de despegarse del desgaste que implica la figura de CFK en este escenario judicial adverso.

La dirigente mendocina también advirtió sobre las implicancias políticas de la medida: “Ahora estamos hablando de una candidatura de provincia de Buenos Aires, aunque claramente es nacional por su figura, por todo lo que implica para el peronismo de la provincia y la tercera circunscripción”. En esa línea, planteó que la imposibilidad de Cristina de competir por cargos públicos generará “un movimiento bastante particular” entre los votantes bonaerenses. “Tenemos que construir una nueva institucionalidad que nos dé seguridad a los argentinos”, añadió.

Las palabras de Fernández Sagasti se inscriben en un contexto de creciente tensión dentro del oficialismo. Este mismo miércoles, el Consejo Nacional del Partido Justicialista se reunió para evaluar los pasos a seguir tras el fallo de la Corte. Al encuentro asistieron figuras como Juan Grabois, Guillermo Moreno y Sergio Massa, pero el gran ausente fue Axel Kicillof. La ausencia del gobernador no pasó desapercibida y fue leída como un síntoma del malestar interno que atraviesa al peronismo.

En paralelo, Cristina Kirchner continúa siendo el centro del tablero político. Tras el fallo, la exmandataria denunció que “el partido judicial agregó un cepo al voto popular”, reforzando la idea de una proscripción de hecho. Aunque aún le resta la posibilidad de recurrir a instancias internacionales, como la Corte Interamericana de Derechos Humanos, su inhabilitación para ocupar cargos públicos se mantiene firme en la Argentina.

Las declaraciones de Fernández Sagasti marcan un giro llamativo, sobre todo por venir de una dirigente que históricamente ha sido cercana a la vicepresidenta. Sus palabras reflejan no solo el desconcierto que atraviesa a buena parte del kirchnerismo, sino también el inicio de un reordenamiento interno donde comienzan a aparecer las recriminaciones entre las distintas terminales del espacio.