En un clima de creciente tensión política, la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti reunió a más de 120 dirigentes del kirchnerismo mendocino para presentar un duro diagnóstico sobre la situación nacional y provincial, al tiempo que lanzó un fuerte llamado a la reorganización del peronismo en Mendoza. El encuentro, que congregó a referentes de los 18 departamentos de la provincia, fue escenario del lanzamiento de un documento titulado “Elecciones 2025: Nadie se salva solo o ¿sálvese quien pueda?”, una pieza política que combina crítica, autocrítica y advertencias hacia dentro y fuera del Partido Justicialista.
El documento expresa con claridad el malestar del espacio con las gestiones de Javier Milei a nivel nacional y Alfredo Cornejo a nivel provincial. Según Fernández Sagasti y los dirigentes que la acompañan, ambas administraciones comparten un mismo modelo económico regresivo, centrado en el beneficio de sectores financieros concentrados y ejecutado a expensas de los sectores populares.
“La destrucción del ingreso, la liberación de precios y tarifas con salarios en caída, el desfinanciamiento de la educación pública y de nuestros hospitales” son algunos de los puntos que se destacan en la crítica a la gestión libertaria, acompañada por un señalamiento directo a Cornejo, a quien acusan de replicar ese esquema en Mendoza. “Milei y Cornejo expresan lo mismo”, sentencian, en un intento de marcar una línea divisoria tajante entre el actual oficialismo y la propuesta opositora.

El texto no se limita a la denuncia, sino que también convoca a la acción. El espacio liderado por Fernández Sagasti plantea que lo que está en juego en 2025 trasciende lo electoral: “lo que está en juego no es solo una elección: están en juego la democracia y el futuro”. En ese marco, convocan a sindicatos, movimientos sociales, estudiantes, jubilados y productores rurales a organizarse para resistir las políticas actuales y defender “un modelo de desarrollo sostenible e igualitario”.
El tono, decididamente opositor, busca aglutinar a los sectores que se sienten excluidos o golpeados por las políticas actuales, en un intento por reconstruir una base social movilizada que pueda traducirse en una propuesta electoral potente.
Uno de los aspectos más destacados del documento es su mensaje hacia el interior del peronismo provincial. Sin nombrar directamente a los intendentes, el texto critica duramente la práctica del desdoblamiento de las elecciones municipales, calificándola como una estrategia que “ya no es por sostener un municipio, sino por conseguir un concejal más”.
Esta crítica apunta al corazón del PJ mendocino, donde varios jefes comunales han optado por diferenciarse de la estrategia provincial para priorizar su poder local. Para Fernández Sagasti, esta lógica de “sálvese quien pueda” es parte del problema y un obstáculo para construir una alternativa de poder real. “Queremos unidad, y estamos dispuestos a dar los gestos necesarios para lograrla, pero no podemos aceptar desdoblamientos que priorizan un concejal por encima de la lucha por nuestra patria, nuestra provincia y nuestro pueblo”, advierte el texto.
Aunque el mensaje principal es un llamado a la unidad, el documento no descarta la posibilidad de explorar caminos alternativos si esa unidad no es auténtica. “Pedimos una unidad honesta, sin trampas ni doble discurso”, señala, al tiempo que exige respeto por la figura de Cristina Fernández de Kirchner y cuestiona el uso del PJ como “sello para justificar traiciones”.
Este planteo deja abierta la puerta a la construcción de un frente más amplio —o incluso de una nueva herramienta electoral— si el peronismo tradicional mendocino no logra superar sus diferencias internas.