A pocas horas de que la Corte Suprema ratificara la condena contra Cristina Fernández de Kirchner por la causa Vialidad, el peronismo inició una serie de movimientos coordinados para responder políticamente a lo que considera un intento de proscripción. La cumbre del Consejo Nacional del PJ, que se desarrolla en su histórica sede de Matheu 130 (Buenos Aires), reúne a figuras como Sergio Massa, Juan Grabois, Guillermo Moreno, Máximo Kirchner y otros actores relevantes del arco justicialista, en lo que ya se perfila como el primer paso formal hacia una reorganización militante y federal del espacio.
El objetivo declarado del encuentro, que aún se encuentra en desarrollo, es definir un plan de acción que contemple protestas y actividades políticas en todo el país, mientras se espera que la ex presidenta sea notificada para comenzar a cumplir su condena. La defensa de Cristina solicitó cumplir la pena de seis años en su domicilio de Constitución, alegando razones de seguridad, edad y su condición de ex jefa de Estado.
Un peronismo movilizado, pero tensionado
El clima en la sede partidaria es de urgencia y realineamiento. Participan dirigentes con trayectorias y posiciones muy diversas: desde Sergio Massa, ex ministro de Economía y referente del peronismo dialoguista, hasta Grabois, referente de los movimientos sociales, y Moreno, ex secretario de Comercio y líder del sector más ortodoxo. También se hicieron presentes figuras como Martín Sabbatella, Alejandro “Topo” Rodríguez y Alexis Guerrera, mientras que Axel Kicillof optó por no asistir y organiza por su cuenta una reunión con gobernadores de Unión por la Patria.
La ausencia del gobernador bonaerense refleja las tensiones internas que aún persisten. Kicillof viene tomando distancia del núcleo kirchnerista, con quien protagonizó varios desencuentros públicos en los últimos meses. Su decisión de mantener elecciones desdobladas en la provincia, pese a las críticas de La Cámpora, dejó al descubierto las fisuras en la estrategia política post-Cristina.
“Vamos a estar en la calle”
Según fuentes del encuentro, se busca mostrar una imagen de unidad, al menos táctica, frente a lo que los sectores más cercanos a la ex presidenta califican como una “persecución judicial y política”. Ya se anunciaron movilizaciones en los principales accesos a la Ciudad de Buenos Aires y se está diseñando un cronograma de actos y marchas en cada provincia, a cargo de referentes locales.
“Hasta que Cristina no sepa si va a cumplir la condena en su casa, vamos a estar en la calle. Y después seguiremos con varias acciones resaltando la proscripción”, dijo a un medio nacional un dirigente kirchnerista que participa del cónclave. La militancia, de hecho, ya se encuentra movilizada en las inmediaciones del domicilio de la ex presidenta en Constitución..
Proyección política y alianzas
Además de responder al fallo judicial, el encuentro busca sentar las bases de una nueva etapa del PJ. Desde sectores cercanos a Grabois y Sabbatella surgió la propuesta de ampliar la convocatoria a otras fuerzas políticas, incluyendo a la izquierda, el radicalismo no oficialista, la Coalición Cívica y el peronismo disidente, bajo la consigna de defender el “pacto democrático”. La estrategia del sector de Grabois no es vacía, señala las posibilidades de recomposición de la fuerza en medio de las tensiones actuales, donde el peronismo podría aparecer como líder de un nuevo frente popular que se enfrente al oficialismo.
La coordinación del encuentro está a cargo de los vicepresidentes partidarios Germán Martínez, José Mayans, Mariel Fernández, Lucía Corpacci y Ricardo Pignanelli. Mayans, además, trabaja en paralelo para convocar a una cumbre de gobernadores oficialistas, con el objetivo de fortalecer el reclamo institucional contra la condena.