El Papa Francisco falleció pero se aseguró de dejar las condiciones para que las reformas en la iglesia, que estuvo impulsando durante sus últimos 12 años, no cayeran de un plumazo.
El Papa Francisco de escuela jesuita introdujo reformas históricas y se enfrentó a los sectores más conservadores de la curia. Impulsó una fuerte reforma en la gestión de la iglesia descentralizando el poder y habilitando la participación de laicos y mujeres en cargos importantes de la iglesia. Además impulsó una fuerte revisión económica que terminó con cierres de más de 5000 cuentas del Banco Vaticano y culminó con un cardenal condenado por corrupción. También impulsó la tolerancia cero ante los abusos sexuales que habían sido uno de los puntos más flacos de la iglesia durante los últimos años e impulsó una cumbre que entre otros aspectos eliminó el secreto pontificio en casos de abusos sexuales del clero y a la obligación de los religiosos de reportar casos a su jerarquía. Impulsó también una mayor apertura ante los sectores marginados de la tradición católica como los divorciados y el movimiento LGBT. En Mendoza bajo su política fue cerrado el seminario que la comunidad religiosa ultraconservadora Instituto del Verbo Encarnado (IVE) poseía en San Rafael por vicios en la formación de sus miembros y la veneración a su fundador, el Padre Carlos Buela, acusado de abuso sexual. La decisión generó una ola de acciones legales y públicas en rechazo a la medida por parte de los miembros de la comunidad.
Estas reformas, resumidas aquí, significaron un choque con los sectores más conservadores que lucharon a brazo partido contra las reformas del pontífice y reivindicaron las tradiciones más conservadoras de la iglesia. Es por esto que ante su fallecimiento los analistas especularon sobre la posibilidad de sostener en el tiempo la gran cantidad de reformas impulsadas durante su mandato. Sin embargo la política funciona de manera similar en todos lados y Francisco consciente de su finitud dejó encargados a una gran cantidad de Cardenales, nombrados por él, en la continuidad de su política. Esto no es algo seguro, como todo en la política, pero se perfila como una gran posibilidad: el 80% de los cardenales han sido creados por Francisco.

En condiciones de votar se encuentran 136 cardenales (los mayores de 80 años están excluidos, sin embargo el Vaticano excluye al cardenal Ángelo Becciu condenado por fraude en el marco de negocios inmobiliarios. Dispuestos para voto entonces quedarían 135 cardenales electores: Francisco nombró a 108 de ellos. Votan además 22 cardenales creados por Benedicto XVI y cinco por Juan Pablo II.
La prensa especula fuertemente en el poroteo posible del sucesor, aunque el cónclave puede elegir a cualquier bautizado este se suele elegir entre los cardenales. Sin embargo Francisco aprendió las mañas de la política y lo que está en juego es la continuidad de las mayoría de sus reformas, interés central de la mayoría de los estadistas y es por eso que se aseguró que el colegio cardenalicio se imponga con fuerza en este cónclave donde él no estaría presente. Algo que no parece tan irreal cuando fue él quien dispuso los preparativos para su propio funeral.
Queda esperar la convocatoria del Vaticano al cónclave en la quincena que viene sin embargo hay cosas que, espera el fallecido Francisco, no cambiarán otra vez.